Contamos con el apoyo de compañías privadas para trabajar por la seguridad alimentaria de niños, niñas y adolescentes que habitan en comunidades vulnerables del Sur de Tucumán.
En el marco del proyecto Alianzas Educativas estamos trabajando, con apoyo de las empresas CAS Exportaciones y Xylem, en escuelas ubicadas en la zona sur de la provincia de Tucumán, desarrollando talleres para fortalecer las capacidades de autoproducción y hábitos alimenticios de las comunidades, promoviendo la instalación de huertas escolares y familiares, y la apropiación de la aplicación móvil Kokue.
Focalizados en trabajar la seguridad alimentaria, con la colaboración de especialistas del Hospital de La Madrid, Dr. Ramón Maza, 72 familias allegadas a la escuela Alcira del Bravo Ergueta se capacitaron para aprovechar al máximo el rendimiento de sus cultivos vegetales; también aprendieron cómo elaborarlos de formas prácticas para la degustación de los más chicos de la casa para que su alimentación tenga impacto en su desarrollo cognitivo y físico.
Además, con la instalación de un sistema de riego en una de las escuelas de la zona, se puso énfasis en la gestión y el cuidado del agua potable y cómo evitar la contaminación de la misma con prácticas de esterilización y purificación.
Con esta estrategia de acercar información y concientizar pretendemos, no sólo beneficiar a la comunidad del ámbito escolar, sino también a los vecinos de cada localidad para poder trabajar con ellos acerca de la importancia de retomar prácticas agroecológicas que permitan asegurar la propia elaboración de los alimentos que consumen día a día.
En el mismo eje, trabajamos con las comunidades sobre la importancia de la conservación de las semillas para generar autonomía en las huertas y poder incrementar al máximo la autogestión de las familias, siendo protagonistas en todo el proceso de la producción de sus propios vegetales.
Estos espacios de formación continuarán durante todo el año, y buscaremos replicarlos en otras escuelas de la zona, para abordar juntos otras temáticas, tales como planificación de una huerta, ubicación de la misma, sistema de riego, práctica de siembra en almácigos, compostaje, tips de monitoreo de plagas, y uso general de la aplicación Kokue.
Por otro lado, diseñamos un programa de acompañamiento mediante el formato de taller comunitario para las mujeres de diversas edades que habitan en ambas localidades. En el mismo, se trabajó sobre fortalecimiento de la autoestima, comunicación clara y asertiva, vínculos interpersonales, la mujer y el mundo del trabajo, potenciar su perfil emprendedor, y ejes similares.
Este taller tuvo un impacto muy positivo en sus asistentes, ya que promueve un espacio de interacción para ellas, al interior de su comunidad, donde pueden expresarse y ser escuchadas, compartir vivencias en común y proyectar sus objetivos y metas generando en ellas la seguridad y confianza para transformar su entorno inmediato y a ellas mismas. Entre ambas localidades se sostuvo este proceso con un total de 35 mujeres a los espacios colectivos de reflexión, alcanzando un total de 105 beneficiarios indirectos aproximadamente.