Fomentamos estos espacios porque entendemos a las huertas escolares como una herramienta práctica y directa para que alumnos y alumnas pueden ver los resultados de sus decisiones diarias; y además les permiten desarrollar habilidades y vínculos sociales que favorecen el crecimiento personal.
En nuestro compromiso por mejorar la seguridad alimentaria de las comunidades más vulnerables, y con el compromiso de mitigar los efectos del cambio climático, desarrollamos el proyecto “Nuestra Escuela Nos Alimenta” para promover la producción agroecológica de alimentos. Con esta propuesta buscamos específicamente fortalecer y revalorizar a las huertas como espacio educativo estratégico para favorecer el aprendizaje con abordaje integral y mejorar la calidad de la alimentación de niños, niñas y adolescentes.
Durante el ciclo lectivo 2022 se brindaron capacitaciones de manera online, en instalación y manejo de Huerta Agroecológica destinadas a escuelas e instituciones educativas y comunitarias de las provincias del Gran Chaco Argentino: Salta, Jujuy, Chaco, Formosa, Santa Fe, Tucumán y Santiago del Estero. Participaron de este ciclo de encuentros de agroecología instituciones como una Escuela Especial para niños y adolescentes con Discapacidad; dispositivos de organización comunitaria para la nutrición (Cocinas Comunitarias) y un dispositivo de prevención y contención para jóvenes en situación de consumo problemático de sustancias (Hogar de Cristo), entre otras.
Además de las capacitaciones virtuales dictadas por nuestra especialista en agroecología, miembros del equipo de promotores agroecológicos de ACDI, con fuerte presencia en territorio, colaboraron con muchas de las instituciones participantes para el diseño y monitoreo de huertas agroecológicas in situ. Los promotores asisten social y técnicamente, impulsando crecientes niveles de autogestión y empoderamiento para la soberanía alimentaria.
El valor agregado de esta experiencia fue la mirada de la educación con aprendizajes orientados por proyectos integrales. El contenido transversal de cada encuentro estuvo enfocado a recomendaciones y socialización de buenas prácticas orientadas al involucramiento de los estudiantes y de toda la comunidad educativa, incluídas las familias y docentes, en la gestión y desarrollo de la huerta. La visión compartida por todos los asistentes: «una huerta de todos y para todos». Una huerta que se constituya en el corazón de la institución, que promueva aprendizajes colectivos, trabajo en equipo; responsabilidad compartida y contacto con la naturaleza, además de brindarnos alimentos de calidad. El acento también estuvo puesto en facilitar ideas y estrategias económicamente accesibles y con componentes de reciclaje, juego y colores identitarios de la comunidad educativa.
Se trabajó especialmente en este proyecto en la sostenibilidad de la huertas, para esto se realizó actividades para promover el involucramiento de las familias en las tareas de cuidado y monitoreo de las mismas durante el receso de verano a través de la organización comunitaria y los conocimientos adquiridos a lo largo del proceso de capacitación con ACDI y reforzados por el uso de la aplicación móvil Kokue. Para completar este círculo, se invitó a las familias a replicar en sus hogares las huertas agroecológicas.
Destacamos la importancia de la incorporación de la Aplicación Móvil Kokue en el Proyecto “Nuestra Escuela Nos Alimenta”, una herramienta digital, diseñada y desarrollada por ACDI. “Kokue” genera asistencia remota para promover y potenciar la producción agroecológica de alimentos; acompaña al usuario en su proceso de estructuración de la huerta y seguimiento de los cultivos, brinda secciones para que las personas tengan acceso a la información técnica, pero también para que puedan interactuar con los demás usuarios: Kokue genera comunidad y sostenibilidad a este tipo de iniciativas de promoción.
Desde ACDI estamos convencidos que las huertas escolares como parte de la educación formal son una herramienta valiosa, porque es una forma práctica y directa en la cual alumnos y alumnas de todas las edades pueden ver los resultados de sus decisiones y acciones diarias. Además, permiten desarrollar habilidades y vínculos sociales que favorecen el crecimiento personal. Al realizar talleres y clases utilizando como recurso educativo la huerta escolar, se logra la participación de estudiantes a través de actividades de observación, diálogo, creación, investigación, formulación de hipótesis y obtención de resultados.