Lo que es un bien para uno es un bien para todos: se puede a la vez: producir, proteger el ambiente y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones locales.
Gracias a un proceso de consultas, estudios de casos y diálogos entre los diversos actores involucrados, se logró crear junto al Gobierno del Chaco una Normativa clave para la conservación de los bosques de esta provincia.
Esta nueva reglamentación es fruto de un proceso de diálogo que incluyó a las principales ONGs ambientalistas de Argentina y representantes del sector productivo de la provincia del Chaco.
Durante la definición de la Normativa se visitaron varias experiencias del Programa El Futuro está en el Monte donde se pudo observar manejos sustentables del bosque nativo que surgen de incorporar tecnologías y prácticas que permiten mejorar la productividad conservando -y hasta recuperando- los servicios ambientales que brinda estos ambientes boscosos. Muchas de estas técnicas fueron incorporadas en la Normativa como buenas prácticas.
Fruto de un método
La actual crisis ambiental afecta particularmente a los más pobres, bien porque viven en tierras sujetas a la erosión y a la desertización, están implicados en conflictos sociales o son obligados a migraciones forzadas, o bien porque no disponen de los medios económicos y tecnológicos para protegerse de las calamidades.
La programación del desarrollo económico debe considerar atentamente la necesidad de respetar la integridad y los ritmos de la naturaleza, porque los recursos naturales son limitados y algunos no son renovables. Cualquier actividad económica que se sirva de los recursos naturales debe preocuparse también de la salvaguardia del medio ambiente y prever su costo.
Asimismo, en el contexto de los estrechos vínculos que unen entre sí a los diversos ecosistemas, surge el valor ambiental de la biodiversidad, que se ha de tratar con sentido de responsabilidad y proteger adecuadamente, porque constituye una riqueza extraordinaria para toda la humanidad.
Para ACDI, el desarrollo está unido a los deberes que nacen de la relación del hombre con el ambiente natural. Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales, así como la degradación ambiental, a su vez, provoca insatisfacción en las relaciones sociales. La crisis medio ambiental es de índole técnica pero también de índole moral.
Por lo tanto, para salvaguardar la naturaleza no basta intervenir con incentivos o desincentivos económicos, y ni siquiera basta con una instrucción adecuada. éstos son instrumentos importantes, pero el problema decisivo es la capacidad moral global de la sociedad, un cambio cultural. Cuando se promueve el desarrollo económico y cultural de las poblaciones, se tutela también la naturaleza.
Algunas certezas por las cuales ACDI incorpora siempre actividades de índole ambiental de forma transversal a los diferentes Programas y Proyectos que ejecuta son:
* El cuidado del ambiente coincide con un punto de eficiencia y por lo tanto tiene relación positiva con la Rentabilidad y la Competitividad.
* El cuidado del ambiente tiene relación positiva con la inocuidad de los alimentos.
* Todos los seres humanos (por el sólo hecho de existir) hacen uso y tienen responsabilidad y derecho sobre el medio ambiente, es decir por su cuidado y por su usufructo.
* La naturaleza, al estar destinada para el ser humano, este puede usarla, mejorarla y hasta crear, pero bajo el Principio de la Precaución.