En un escenario de crecimiento geométrico de la población mundial con el consecuente aumento del consumo de carnes rojas, pensar en la producción de este sustento en un entorno amigable con el medioambiente es todo un desafío.
Por Máximo Marani
Las previsiones indican que para 2050 habrá 9,2 millones de personas en el mundo que requerirán mayor consumo de carnes rojas, por tanto, proyectar el desarrollo de la ganadería sustentable, que se basa en la producción integrada a los ecosistemas, representa una importante meta.
En esa línea, es importante preguntarse si se puede producir más alimento, al mismo tiempo que se protege un ambiente natural; si se puede tecnificar al mismo tiempo que se conservan las tradiciones; si puede satisfacer el deseo del consumidor de comer sano y contribuir con su compra al cuidado del ambiente; y si se puede conservar pastizales y bosques mientras se genera trabajo en ellos.
Según cuenta la historia, a las vacas las trajeron los colonizadores allá por el año 1550 poblando nuestras pampas libremente, pero en 1880 se comenzaron a alambrar los campos y para 1930 ya quedaban pocos lugares en torno a Santa Fe sin estas barreras para el ganado. De todos modos, el manejo pecuario seguía siendo en su totalidad a campo abierto y en forma extensiva.
Pero esa imagen de vacas está lejos de la realidad actual. En Estados Unidos y Europa procesos de agriculturización, concentración e integración en los mercados globales son cada vez mayores y se han extendido también en América Latina durante los últimos 20 años, pasando a tener la producción industrializada de todo tipo de carnes donde los animales son engordados rápidamente y sometidos a dietas a base de granos y forrajes industrialmente procesados.
En ese contexto y con el fin de demostrar que es viable otra forma de producción, desde el año 2000 ACDI trabaja en este tema “haciendo camino al andar”, descubriendo, aprendiendo, integrándose a otros que tienen la misma visión, de que es posible encontrar puntos donde el bien particular coincide con el bien común.
Entre el 2000 y 2007, ACDI, trabajó impulsando consorcios ganaderos en las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Chaco, orientados a la sustentabilidad de sus producciones bajo modelos de negocios que permitieron diferenciar y comercializar sus productos para mercado interno y la exportación. Modelos donde los propios productores comercializaban su propia carne, integrando de forma efectiva la cadena de valor, haciéndola más competitiva, más distributiva.
A partir del 2007 se comenzó una articulación con Aves Argentinas y Fundación Vida Silvestre en el marco de Alianza del Pastizal, con el objetivo de contribuir a la conservación de los pastizales naturales, su biodiversidad y los servicios ecosistémicos que benefician a la sociedad en su conjunto, a través de un sistema de incentivos a los productores rurales que realizan un manejo conservacionista de sus predios. Los pastizales de Argentina conservan una diversidad biológica excepcional, más de 400 especies de gramíneas nativas, 280 especies de aves silvestres, 75 especies entre reptiles y anfibios y más de 85 de mamíferos silvestres.
Fruto de este proyecto surge “Carne del pastizal”, un producto que nace a partir de la integración de productores ganaderos, organizaciones ambientalistas, industria local y tiendas. Actualmente, una alianza con Carrefour, en el marco de su estrategia comercial “Huella Natural” permite hoy que los consumidores encuentren carne con garantía de producción sustentable, de ganado alimentado en pastizales naturales de Argentina.
De los pastizales al monte
ACDI junto con Fundación Gran Chaco y numerosas asociaciones de productores criollos de la Región Chaqueña trabajan juntos para frenar uno de los procesos de desforestación más importantes a nivel mundial donde la expansión de la ganadería es una de las responsables.
A través de asistencia técnicas para expandir técnicas de Manejo de Bosques con Ganadería Integrada, el diseño de planes de manejo sustentable de los bosques nativos, ayudando a la organización de los pequeños productores ganaderos para que puedan acceder mejor a los mercados con su producción, ACDI y una red amplia de socios vienen demostrando desde el año 2010 cómo en estos contextos naturales y culturales se puede producir más alimento al mismo tiempo que ser protegen los recursos naturales y se generan ingresos dignos para las comunidades rurales.
Recientemente, ACDI, colabora con la iniciativa americana “Collaboration on Forests and Agriculture” que en Argentina lidera Fundación Vida Silvestre, contribuyendo a generar compromisos con los operadores de la cadena de la carne bovina para que su abastecimiento se realice desde zonas no deforestadas, sumando así esfuerzos para disminuir la deforestación de la región del Gran Chaco Argentino.
ACDI es parte de la Mesa de Carnes Sustentables (GRSB – Global RountableSustentaibleBeef) para Argentina, donde participan diferentes actores de la producción e industria para dar respuestas al nuevo contexto mundial y tendencias en la demanda de carne vacuna diferenciada y cumplir principios que buscan un balance en el impacto al medio ambiente, el aspecto social y el económico.
Numerosas asociaciones ganaderas de USA , Canadá , Europa , Brasil y otros países productores de carne ya comenzaron procesos para encontrar en cada país formas de hacer más sustentable su labor. Grandes empresas y marcas globales están instalando la demanda de cadenas y productos sustentables,los Bancos presentan exigencias crecientes en cuanto a sustentabilidad de sus clientes para liberar créditos a las empresas y reducciones de tasas para aquellos que cumplen con los estándares. Es decir que diversos actores de la cadena van avanzando y generando presión para producir carne según principios sustentabilidad.
ACDI y la responsabilidad ambiental
Nuestra responsabilidad como Organización de la Sociedad Civil es colaborar en el desarrollo de estos capitales sociales. No pretendemos “empujar el desarrollo sustentable” ni “despertar” la responsabilidad ambiental o social de los actores sino colaborar para que cada actor cumpla con la finalidad de su organización (empresa, institución, etcétera). Como es imposible decir “yo” sin decir “nosotros” o decir “nosotros” sin decir “yo” en lo particular, es imposible concebirse como empresa o institución cumpliendo su razón de ser, sin relacionarse con el medio, sin que el entorno (otros actores, el ambiente, etc.) cumpla también su finalidad.
Para ACDI la responsabilidad ambiental y social de los distintos actores de la vida coincide con la actividad específica de cada uno de ello. El interés particular coincide con el interés común y en esto coopera ACDI, generando redes colaborativas con las empresas, las instituciones y otras ONG en torno a un propósito común, partiendo de que cada uno tome en serio su propósito particular. Nada de este mundo nos puede resultar indiferente.