Por séptimo año consecutivo, en alianza con la Universidad Nacional del Litoral, ACDI convocó a varios a jóvenes a involucrarse en la tarea de dar apoyo escolar a 200 adolescentes de las escuelas Echeverría y Ceferino Namuncurá.
Desde marzo y hasta finales de noviembre de 2017, un grupo de estudiantes voluntarios de la Universidad Nacional del Litoral e institutos terciarios, se volcó a la tarea de dar acompañamiento áulico a chicos que viven en condiciones de vulnerabilidad social.
El proyecto, enmarcado en el Programa de Compromiso Social Voluntario de la Secretaria de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, bajo el nombre “Enseñar y Aprender a Estudiar”, se llevó a cabo por séptimo año consecutivo y con excelentes resultados, gracias a la dedicación de todos los involucrados.
En pos de hacer un balance de lo logrado, dichos voluntarios aseguraron que al inicio del proceso, se sintieron muchas veces “frustrados” al notar que los alumnos no les prestaban atención, pero que con el correr de los días aprendieron a comprender sus realidades, a no “prejuzgarlos”, y asumir que era necesario tener “paciencia y perseverancia”.
“Muchos de los alumnos han vivido situaciones de violencia doméstica en sus casas y por eso no confían rápidamente en otro”, detalló una de las voluntarias, mientras que otra hizo referencia a que “hay quienes para llegar a la escuela deben tomarse hasta tres colectivos” y otros “que no comen y entonces tienen hambre”.
En ese contexto, las referentes de apoyo aúlico aseguraron que muchas veces “la clase se escapa del contenido” y por tanto “varias veces consensuamos que escuchen música con auriculares durante las clases”. “Negociamos constantemente”, dijeron, al tiempo que resaltaron la “increíble capacidad de la mayoría de hacer las dos cosas en forma simultánea”.
Desde ACDI queremos darle las gracias a las voluntarias que nos acompañaron este año: Teresita, Lucía, Débora, Silvia y Melina, quienes cumplieron labores junto a docentes y alumnos de los primeros años de la escuela secundaria Echeverría; y Melina, Carolina, Lidia, Lourdes, Julián, Paula, Teresa y Ana, que trabajaron en la escuela Ceferino Namuncurá.
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